Porque nunca estarás cuando te necesite, porque nunca estuviste y mucho menos cuando te lo he pedido, y es que cada mes, cada día que vivo, voy sintiendo que nuestra amistad ya se ha perdido.
Son cosas de la vida que pensé que jamás me pasarían, al menos no contigo. Pensé que lo nuestro duraría, pensé que serías la única persona pero eso no existen, son todo ideales. Y es que parece que todos miran por sí mismos, que los cereales de cada mañana son a los únicos que les apetece escuchar mis soledades. Son mi pan de cada día, lo único que me entra en este cuerpo de comida, y las lágrimas la deliciosa bebida que podría abastecer a todo un continente, pero nada importa, ya mi nombre ni aparece por tu mente.
Creí soñar un futuro juntos, creía que las promesas eran todas de verdad, pero ahora me doy cuenta de mi necedad. Soy Idiota, pequeña e incluso gilipollas si pensé que tú no hablabas por hablar. Que no sabes ni sobre la mitad de las cosas que dices, niña. Que no sabes lo que quieres. Yo quise ser un siempre y tú siempre quisiste un “quizás más tarde”, pero yo de todo esto ya estoy hasta los mismos huevos.
Yo te di todo lo mío, yo te di mi corazón y por mucho que repaso no caigo en nada que me hayas dado tú a día de hoy. Sí, me diste esperanza, me diste una razón por la que seguir pero todo eso, ya pasado el tiempo, se lo llevó el viento a la distancia. Distancia, palabras sin miradas ¿Hace cuánto no me ves que ya ni me conoces? ¿Cómo te atreves a decir que he cambiado cuando ni por mí has preguntado?
Egoísta, que me hiciste pensar que me querías cuando que todo era mentira. "Claro, ¿Aún no lo sabías?"
No hay comentarios:
Publicar un comentario